Según la prensa americana, los antiguos empleados de Alejandro Sanz que ahora se enfrentan a él en los tribunales, Carlos González y su esposa, habrían intentado extorsionar al cantante español con un vídeo.
La cinta, en palabras de la fiscalía, "podría amenazar seriamente la vida privada del talentoso músico y de la pareja de novios si alguno de sus contenidos se diera a conocer", según el periodista que ha destapado el escándalo.
Presuntamente, las imágenes muestran un trío, y no precisamente musical, entre los artistas, que presumen de mantener una gran amistad, y el prometido de ella, Antonio de la Rúa. El contenido podría escandalizar al mismísimo Nacho Vidal. Otros medios aseguran que lo único que se ve en el vídeo casero es una fiesta privada en la cubierta del yate de Alejandro.
Escándalo sexual o no, la cinta se encontraría ahora en manos de la fiscalía norteamericana.