Si del amor al odio sólo hay un paso, el camino a la inversa tampoco debe ser difícil de recorrer. Eso es lo que podría haber ocurrido entre Julián Muñoz y Mayte Zaldívar.
Depués de haberse dedicado las más perversas acusaciones, según la periodista Joana Morillas, el presidiario y su exmujer han fumado de la pipa de paz. La relación quedó totalmente minada cuando Isabel Panoja se cruzó en la vida del matrimonio. El que fuera alcalde de Marbella dejó a su familia para vivir su amor quinceañero al lado de la tonadillera, y cualquier relación con su mujer y sus hijas se volvió imposible.
Entonces se hablaba de la posibilidad de que la cantante hubiera prohibido a su pareja mantener contacto con su ex, e incluso con sus hijas. Pero el ingreso en prisión de Julián, y el empeoramiento de su salud le han proporcionado una segunda oportunidad con sus hijas, lo que podría haber propiciado el acercamiento con Mayte.
El preso podría mantener conversaciones telefónicas con su ex a diario. Una relación que podría pensarse va más allá de la mera preocupación por las dos hijas en común.
Nosotros nos preguntamos: ¿cómo habrá sentado esta noticia a la Pantoja? ¿sigue hablando una hora con Isabel, tal y como ésta aseguraba? Y si es así, ¿cuántas llamadas telefónicas se le permiten al interno de Alhaurín? ¿Dispone de una cabina para él solito? ¿Y cuánto amor es capaz de repartir Munñoz?