'Odio a los niños'

TELECINCO.ES 18/07/2008 11:31

Mateo ha elegido la especialidad para quedarse en Madrid con su novia pese a que odia a los niños. Todo lo que aprendió en la facultad parece no resultarle útil ahora. Dávila, su instructor, le dará una gran lección con su primer paciente, un niño con una cardiopatía al que transplantan el corazón tras una metedura de pata propia de un novato.

Carmen pasa al segundo curso de residencia en Traumatología. Su propósito es seguir siendo "la chica sin muertos", pero en su nuevo destino tiene que soportar a Pilar, su adjunto, con la que no tiene nada en común. Ni ella ni el resto del grupo. Pilar se empeña en pasarle enfermos terminales, pero Carmen trabaja duro para salvarlos, tanto, que su ambición le lleva a discutir con Edu.

Nuria Roche-Frías inicia su tercer año de residencia con la llegada de su hermano a urgencias con un coma etílico. No tiene tiempo de atenderle pues Cristina, su adjunta, la reclama para una operación interesante, algo a lo que una cirujana por vocación como ella no puede negarse. Tras varios días de intenso trabajo, decide ir a la fiesta de bienvenida a los residentes en la que ha de socorrer a un chico apuñalado en una pelea. El método utilizado para conseguir que le remonte la tensión arterial va a pesar sobre ella.

Eduardo Muria es el veterano residente de Medicina Interna. Va a ser un buen médico porque ama la profesión y tiene un sexto sentido para los diagnósticos. La vida le ha maltratado causándole un gran tormento en su interior, y él se ha puesto una coraza con la que esconde un gran corazón. Lapartida, su adjunto, le quita un caso para un artículo y eso le enfada tanto que le lleva a uno de sus ataques de violencia con el que se mete en problemas con la justicia.

Gloria llega desviada de otro hospital para hacer su cuarto año de residencia en Neurología, pero enseguida se une al grupo de los MIR. Es sorda desde los 15 años por una meningitis, y hace ocho se puso un implante coclear en un oído. Desde entonces hay que hablarle "por el lado bueno". Su minusvalía desconcierta a algunos pacientes y a veces también a otros médicos, pero está acostumbrada.