Ningún médico del equipo logra saber cuál es la enfermedad que padece el hijo de Lapartida. A pesar de los primeros diagnósticos de los psicólogos, el doctor se niega a reconocer que el niño sea infeliz en casa y sólo esté llamando la atención.
Cristina , por su parte, se desvive por salvar la vida de Sara, gravemente enferma por una cardiopatía en fase terminal, y por cuidar de su hija de dos años. Tras descubrir que la pequeña padece la misma patología, decide que ella sería la madre perfecta de esa niña si se quedará sola en el mundo.
Para su desesperación, Mateo empezará a sufrir las consecuencias de haber tenido relaciones con su adjunta, ya que Pilar comenzará un encarnizado acoso laboral hacia el joven.