Una llamada de teléfono amenazaba a Jack Reese, principal sospechoso de Crews como culpable de su paso prisión. En esta llamada, alguien le decía que antes eran seis, luego cinco y podrían llegar a ser cuatro.
De ahí, Charlie Crews llegó a una fotografía en la que cinco policías acudían al funeral de uno de sus compañeros. La viuda de este hombre no recuerda a Jack Reese ni a sus compañeros. Simplemente afirma que el informe de su muerte fue falseado para que pudiera percibir la pensión por viudedad.
Pero tampoco cree la versión oficial, "Jimmy nunca me dejaría, no habría sido capaz de hacerlo" pero y así proporciona a Crews el siguiente hilo de la trama, el nombre de uno de los policías que aparecen en esa fotografía.
Cuando menos lo esperaba, el detective recibió una llamada que le informaba de que la única superviviente del asesinato múltiple que le llevó a la cárcel, está hablando por fin. Sin embargo, cuando llega a la clínica donde la joven está ingresada, se da cuenta de que es la presencia del propio Jack Reese lo que le hacía hablar. Rachel,
Será así como descubra que Jack está demasiado implicado y que ha estado protegiendo a la chica durante los años que fue secuestrada por el verdugo de sus padres. Sin embargo, Jack Reese se negará a ser un chivato e invita a Crews a que recoja "su propia basura".