Melanie Griffith posa por primera vez con sus dos hijas, Dakota y Stella del Carmen

NURIA LABARI 18/02/2009 10:59

"Cuando quiero escapar de esta vida mía, a veces insana, cierro los ojos y evoco mi propio Ávalon [isla mitológica donde está enterrado el rey Arturo]. Aquí todo es belleza, tranquilidad, paz y serenidad". Así presenta Melanie Griffith el territorio mágico que ha creado en su página web personal. Con una estética propia de La princesa prometida, con torreones, montañas y capiteles románticos, la actriz ha elaborado un menú poco común ("sala de sueños", "sala de meditaciones", "habitaciones de pensamientos inspirados", "puerta mágica") para recibir a sus invitados. A sus 51 años, todavía se siente una princesa. Y, como en los cuentos, ha tenido que superar todo tipo de calamidades hasta encontrar a su príncipe. Los fracasos amorosos y la adicción al alcohol y a las drogas han sido las madrastras de su historia.

La pócima secreta, la de siempre: el amor, palabra que la actriz lleva tatuada en la nuca dentro de un corazón negro. La fama, la belleza y el dinero son el correlato de la historia. Ingredientes capaces de hacer más intensa la felicidad, pero también la desdicha. Sus hijas, para bien o para mal, han heredado los tres atributos. Y una de ellas, DakotaJohnson, de 19 años, (hija del también actor Don Johnson), ha elegido seguir sus pasos profesionales. Hay una nueva aspirante al trono en la casa y Melanie está

dispuesta no sólo a cedérselo, sino a ejercer de madrina. Así que, por primera vez, la actriz presenta a Dakota y a Stella del Carmen, de 14 años, (fruto de su relación con Antonio Banderas, el príncipe) a un medio de comunicación. La que fuera icono sexy de Hollywood a finales de los ochenta está dispuesta a entregar el relevo.

Quedamos con ellas en un castillo, el hotel Chateau Marmont, construido en 1927, en Hollywood. Las grandes glorias del cine han sido rescatadas, amadas o abandonadas en sus suites. Y todas ellas han degustado los fresh peach bellini (cóctel de melocotón y champán) de su bar. Marilyn Monroe, James Dean, Greta Garbo, Vivien Leigh, Clark Gable, Laurence Olivier o Elizabeth Taylor, entre otros, forman parte de su exclusiva guest list. Melanie Griffith se muestra encantada con la suite donde va a tener lugar la sesión de fotos. Le cautiva el lujo melancólico. El Marmont es un hotel viejo, sin excesos. Pero tiene magia.

La actriz ha aparecido en la sala enfundada en unos Levi's y un suéter beis. Sin maquillaje. Sin gafas de sol. Pero con unos tacones de escándalo. Dakota llegó unas horas antes acompañada de Zeppelin, un cruce de schnauzer que acaba de adoptar hace tres días. "Perdonad por el retraso (se disculpa) he tenido que traerlo conmigo". Suelta al perro sobre uno de los sofás de terciopelo azul y se descalza con desparpajo adolescente. Abandona los zapatos en mitad del salón y sale a la terraza. "Look at the moon" [mira a la luna], reza el tatuaje rodeado de diminutas estrellas negras que luce en uno de los pies. En el hombro, dibujados, dos pájaros. Y logro vislumbrar también una tercera imagen: un verso en latín en la parte interior del brazo izquierdo. Acta non verba [actúa, no hables]. Esta díscola niña bien de 19 años, que con tan sólo 17 fue elegida, como su madre, Miss Golden Globe, ha decidido no acudir a la universidad y estudiar interpretación. En estos últimos meses Dakota va ganando relevancia: es la nueva imagen de Mango y el icónico André Leon Talley la ha fotografiado personalmente para Vogue USA.

"Es duro estar siempre bajo los focos . Sobre todo porque puede perjudicar mucho tu autoestima y tu crecimiento y a veces no te permite vivir una infancia normal". Sin embargo, Dakota ha elegido seguir los pasos de su madre, toda una celebrity de Hollywood. "No pienso para nada en ser o no famosa. Simplemente entiendo que es una de las consecuencias de algunas de las cosas que yo he escogido para hacer profesionalmente. Me encanta el teatro, la interpretación, actuar... y sé que si consigo trabajar en ello implicará visibilidad. En realidad, la fama no me preocupa en absoluto".