Una urbanita de excepción y una humilde mujer de campo se cambian los papeles

TELECINCO.ES 12/02/2010 13:15

Pilar, la mujer de Madrid: “Siempre he tenido fortuna personal y casi siempre he tenido servicio”

Urbanita por encima de todo, Pilar vive sin aprietos económicos. Asegura no poder vivir sin servicio y su trabajo le permite dejarse ver en las fiestas más chic de la ciudad. Se define como una mujer acostumbrada a hacer lo que quiere, le da mucha importancia a la estética, es poco dada a madrugar y a las rutinas y su individualismo está por encima de sus obligaciones como madre y ama de casa.

“Para mí el programa es una experiencia vital. Quiero ver cómo me desenvuelvo y reafirmarme o no en cosas que pienso”, ha explicado Pilar antes de participar en “Me cambio de familia”.

Gloria, la mujer de Huesca: “Estoy acostumbrada a servir. Trabajo y en casa todo lo hago yo”

La vida de Gloria está marcada desde primera hora de la mañana por el trabajo en la granja, las rutinas y las tareas de la casa que realiza en solitario, ya que su marido es de los que creen que esas cosas no las hacen los hombres. Se define como una mujer de pueblo, que se siente abrumada por la agitada vida de la ciudad. Está acostumbrada a vivir con muy poco dinero y es feliz así.

Gloria afronta la experiencia como un descanso en su rutina: “Llevo una vida tan dura y sacrificada que me apetece ser otra mujer durante un tiempo, pero me preocupa la persona que va a ocupar mi lugar”.

'Me cambio de familia': una difícil prueba de convivencia

En 'Me cambio de familia' para adaptarse a las normas y rutinas que siguen los habitantes de otra casa desconocida durante los primeros siete días y poner en práctica sus valores y costumbres en un entorno familiar totalmente opuesto al suyo durante la segunda semana. En todo este tiempo, las mujeres no tienen contacto alguno con sus verdaderas familias, ni disponen de dinero propio, tarjetas de crédito ni teléfono móvil. dos mujeres intercambian su rol en sus respectivos hogares

Concluida la experiencia, las dos parejas mantienen una reunión para hacer balance de la experiencia e integrar -si lo consideran procedente- nuevas dinámicas para mejorar la convivencia y las rutinas domésticas.