El zen, comprensión directa de la realidad

SANDRA SALINAS 18/07/2008 10:49

Su práctica se iniciaba en china bajo el nombre de Chan. Zen es el nombre en japonés de una tradición del budismo maya. Sin embargo, se trata de un nombre que corresponde en realidad a una gran variedad de escuelas budistas dispersas a lo largo de Asia.

El zen es un método budista para conseguir una comprensión directa de la realidad. Además, esta filosofía es un camino para rescatar al hombre la realidad en la que se encuentra sumergido e incluso del sufrimiento que le crea su propia existencia.

A través de esta forma de entender la realidad, se produce una emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado y en equilibrio con el universo que le rodea.

Una forma de sabiduría basada en la templanza y en el equilibrio de los hechos y las pasiones. En definitiva, un equilibrio con el entorno.

La actitud perfeccionista

Esta filosofía renuncia al perfeccionamiento ya que supone la reafirmación del yo. Se crea un yo superior cuyas expectativas pueden verse no correspondidas por la realidad en la que vive generando frustraciones y desilusiones que desequilibran nuestro yo.

Por ello, la perfección se entiende de otro modo, para todo aquel que manda es ser pacífico; para el que combate, no encolerizarse; para el que desea vencer, no es luchar; para aquel que se sirve de hombres es ponerse al servicio de ellos...

La posesión y el deseo

La posesión de las cosas, en contra de lo que se piensa tradicionalmente, no enriquece a la persona sino que le empobrece ya que es la renuncia la que le enriquece.

En consecuencia con toda esta base cultural, el zen se basa en distintos principios que tiene como el equilibrio y el respeto como raíz.

El zen es...

- El máximo respeto a todo.

- Al daño no se responde con más daño

- Al odio se corresponde no con venganza sino con conocimiento e interés por solucionarlo

- El cuerpo refleja cada una de nuestras emociones (relacionado con el yoga), deja huellas

- No se pueden forzar las cosas, sino seguir su ritmo natural.