Maverick Viñales descubrió el año pasado el circuito de Misano —4.226 metros— y, corriendo con fiebre, logró terminar la carrera en un meritorio séptimo puesto.
"Hemos descansado unos días después de Brno y eso nos ha ido muy bien. Ahora llega la parte final del campeonato en la que se decidirá todo. El primer asalto es en el Gran Premio de San Marino y voy dispuesto a dar el máximo para empezar a recuperar terreno. No se puede negar que hemos pasado por fases del campeonato en las que estábamos mejor colocados, pero insisto en que la temporada no ha finalizado" apunta Viñales.
El segundo clasificado de Moto3™ ha asegurado que "la pista de Misano me gusta y creo que podremos hacer un buen trabajo. Espero que las condiciones climatológicas sean buenas, para poder trabajar en la puesta a punto de la moto, y también espero no volver a tener fiebre, como me ocurrió el pasado año. Seguro que estaré bien y lucharemos hasta el final".