La pasada semana, Helen Lindes ejecutó un tango que le dejó muy buen sabor de boca. Se implicó con la coreografía y creó complicidad con su compañero de baile. Sin embargo, querían más resultados por lo que Helen no logró pasar a la segunda fase. Tras el programa, la modelo se quejaba de la puntuación recibida: "La verdad es que me he quedado de piedra porque lo he dado todo en el pasodoble y decía ante las cámaras de '¡Mira quién mira!'. el jurado no vio su trabajo, el jurado se ha portado muy mal, han sido muy estrictos",
Debido a este contratiempo, Helen comenzó los ensayos algo baja de moral e incluso derramó alguna que otra lágrima sobre el hombre de Poty. Sin embargo, la modelo supo cómo venirse arriba, poner todo su empeño en los ensayos y lucirse sobre la pista de baile. Tuvo que defender un quickstep que aprovechó para mostrar algo que el jurado le había pedido en numerosas ocasiones: Sensaciones y sentimientos.
Esta vez, Todos reconocieron su evolución pero le dieron 37 puntos que le llevaron a un empate con Miguel Ángel Nadal y 'El Sevilla'. Tras la primera ronda, Víctor Ullate tenía que deshacerlo, el presidente del jurado incidía en el esfuerzo de los tres concursantes, su trabajo diario y sus ganas por evolucionar. Sin embargo, explicaba que tal vez no se había valorado la evolución de uno de ellos: Helen Lindes y, por ello, le daba el pase a la final de la octava gala. el jurado le aplaudió.
Emocionada, Lindes agradecía la oportunidad que le daba el jurado: "Sé que fueron estrictos pero agradezco esta oportunidad, sobre todo, por mi proyecto solidario". La modelo quiere aportar su granito de arena a una organización con la que se siente implicada: Infancia solidaria, una asociación que ayuda a niños enfermos del tercer mundo operándoles, "con los 10.000 euros se le puede salvar la vida a 10 niños", comentaba.
Para esta fase final, la modelo ejecutó un vals en su segunda fase con no menos sentimiento que el quickstep inicial y, finalmente, un 34% de los votos de la audiencia le dieron el triunfo: "¡Ya era hora!", gritaba Helen, "¡Me he emocionado muchísimo!".
Sus ojos verdes todavía se mostraban emocionados todavía cuando intervenía en el programa '¡Mira quién mira!': "La semana pasada fue por tristeza pero esta semana es de alegría", comentaba. Sin duda, sus quejas al jurado han surtido efecto: "Creo que la gente se tiene que quejar cuando ve una injusticia, aguanté siete galas y en ese momento me derrumbé", explicaba. Para Helen, el público ha visto su evolución y ha querido valorar su esfuerzo dándole este triunfo.