Bentley, una de las marcas con más tradición en el mundo del automóvil, celebra cada año un concurso de elegancia sobre ruedas. Los modelos más emblemáticos del fabricante inglés pasean por el jardín del histórico Castillo de Windsor para el deleite de los cientos de apasionados de los coches de lujo.
En la edición de este año se pudieron ver joyas con más de 50 años de antigüedad, como es el caso del Bentley Embiricos Special, un modelo de los años 30, que fue construido especialmente para un magnate de la náutica que tenía como afición ser piloto de carreras.