En la sección de seguridad vial de esta semana vamos a enseñaros cómo, y cada cuánto, debemos realizar la revisión y el cambio de los neumáticos de vuestro automóvil.
Y es que el riesgo de olvidarnos del mantenimiento de las cubiertas pone en peligro nuestra seguridad. En resumidas cuentas, el neumático es el único punto de contacto del coche con el asfalto de la carretera.
Los expertos recomiendan comprobar la presión y vigilar el desgaste de las gomas entre 15 días y un mes, y también deberíamos acudir al taller cada 3 meses para que un profesional revise los equilibrados con la máxima fiabilidad.
La presión baja en los neumáticos incrementa el consumo de combustible y provoca un desgaste aún más rápido. Por el contrario, la presión alta hace que el compuesto no ruede correctamente y pierda el agarre en las curvas.
Si se produce un desgaste excesivo, estropeamos las cualidades del compuesto, lo que incrementa considerablemente la distancia de frenado y, a su vez, aumenta la posibilidad de sufrir un accidente.
También hay que tener en cuenta que los surcos o dibujos del neumático aseguran la evacuación del agua sobre una superficie mojada, por tanto si desaparecen, el riesgo de aquaplanning se incrementa.
El mínimo legal de profundidad de la goma establecido es de 1,6 mm. Así que tenéis que saber que si vuestros neumáticos no alcanzan esta medida la multa es de 200€ por cada rueda en mal estado.
Además, una cubierta puede estar afectada en su estructura, y si no se detecta, aumenta la probabilidad de sufrir un reventón. Para evitarlo, debemos comprobar que las gomas no tengan bultos o mordiscos, y sobre todo, que bajo ningún concepto se vean los alambres de la carcasa.
En el desgaste de los neumáticos influyen varios factores. y el más importante es la forma de conducir que tenemos cada uno. Una conducción agresiva, produce un deterioro veloz, mientras con un modo de conducción eficiente y relajada, la goma dura más.
Otro de los condicionantes importantes que afectan a la estructura de los neumáticos son los cambios bruscos de temperatura. Por supuesto tampoco resulta aconsejable que el coche esté mucho tiempo parado y sin usar.
Cada fabricante de neumáticos establece unos consejos, y cada automóvil también ofrece unas indicaciones al respecto, pero lo apropiado es cambiar los neumáticos entre los 40.000 y 50.000 km.
Desde nuestra sección de seguridad vial os recordamos tener en cuenta esta recomendación ya que unas cubiertas nuevas suponen una inversión en vuestra propia seguridad y por supuesto en la de todos los que os rodean.