Nos volvemos a subir en el M3 de 2014

Ya han pasado casi treinta años desde que BMW lanzara al mercado el primer M3 de su historia: el mítico E30. Desde entonces, generación tras generación, y van cinco, BMW no ha parado de sorprender con cada uno de estos míticos automóviles.

Ahora en 2015, la marca alemana ha confirmado que en los próximos meses saldrá a la venta una nueva versión del M3 que promete ser aún más rápida. A la espera de su lanzamiento, hemos querido volver a subirnos en el M3 de 2014.

Una auténtica bestia del asfalto que ya tuvimos la ocasión de probar el año pasado en el circuito de Jerez y que nos dejó francamente impresionados. Allí, nuestro probador, Marcos Martínez dio rienda suelta al pedal del acelerador y sacó lo mejor del nuevo M3. Pero aún así, nos quedamos con ganas más.

Por ello, esta semana nos decidimos a volver a probarlo, pero esta vez, en carretera. Y lo cierto fue que las sensaciones no pudieron ser mejores, dado que los 431 CV de este M3 empujan con fuerza desde muy bajas revoluciones y le permiten alcanzar los 100 km/h en tan sólo 4,1 segundos.

El comportamiento en carretera del M3 es impecable, con un confort de marcha sobresaliente y una estabilidad y agilidad extraordinarias. Eso sí y, como ya es habitual en todas las generaciones del M3, si aceleráis con brusquedad, la parte trasera tiende a cruzarse.

El bloque turbo con seis cilindros en línea que monta este M3 sube de vueltas sin titubear hasta las 8.000 revoluciones para situar la velocidad máxima autolimitada en 250 km/h.

Además, este motor ofrece un 40% más de par y consume 3 l/100 km menos que su antecesor. De esta forma, el consumo medio de combustible se mantiene en unos más que respetables 8,3 l/100 kilómetros.

La transmisión automática de doble embrague y 7 velocidades completan la parte dinámica de este automóvil. Un cambio que, por cierto, es un auténtico lujo.

Un vehículo con unas prestaciones casi perfectas y que cuenta con una estética a la altura. Y es que su imagen poco o nada tiene que ver con el resto de sus hermanos de gama porque esta variante incorpora un parachoques específico con entradas de aire, retrovisores de doble brazo y unos grupos ópticos delanteros y traseros con tecnología de led.

Pero sin duda, unos de los elementos que más llaman la atención son los abultados pasos de rueda posteriores que acentúan su imagen deportiva. A esto hay que añadir el techo fabricado en fibra de carbono y una espectacular cuádruple salida del escape.

Esta silueta tan salvaje sólo puede ir acompañada por un interior espectacular. Un habitáculo en el que la nota distintiva la pone el volante con el sello M y una palanca de cambios de tamaño muy reducido. Además, los asientos, son muy cómodos y envolventes y resultan ideales para una conducción deportiva.

Señoras y señores, así es el M3 de 2014. Un automóvil que nos encanta y con el que nos lo hemos pasado en grande. Eso sí, para disfrutarlo son necesarios 90.000 euros. Sin duda, un precio completamente acorde con su carácter.