Se ha utilizado el sistema de tracción a las cuatro ruedas con diferenciales delantero y trasero, y con reductora; es decir, mientras tengamos una rueda pisando el suelo, siempre tendremos tracción para salir airosos de cualquier situación que se nos presente. Además se puede escoger entre el cambio manual y el automático, ambos de 6 velocidades, aunque desde nuestro punto de vista este último sea el más recomendable, ya que su conducción resulta más cómoda y sencilla, permitiendo movernos sin ningún problema en cualquier terreno.
Como todo 4x4 que se precie, el Wrangler tiene la zona inferior reforzada con unas placas estratégicamente colocadas en esta zona. Gracias a esta solución, la preocupación por dañar el coche mientras practicamos esta conducción, desaparece por completo.
En las imágenes se pueden ver las dos versiones que se comercializan del Wrangler: El corto de 2 puertas y el largo de cuatro. Los dos modelos tienen el techo desmontable y pueden pasar en pocos minutos de un todoterreno carrozado a un cabrio perfecto para las largas jornadas de playa.
Los dos coches tienen un planteamiento muy distinto. Uno es versátil y permite una gran capacidad de carga, y el otro es ágil, presumiendo de un aspecto más juvenil; eso sí, a la hora de desplazarse con equipaje hay que seleccionar bien lo que uno se lleva en la maleta porque el espacio es más bien justo. Un modelo que ya está a la venta con un precio muy competitivo: 34.000 euros.