Que en la primera semana del Mundial la actual campeona diga adiós y Costa Rica selle su pase a octavos dejando en la cuneta a Italia y Uruguay no parece muy normal. Pero es que son estas cosas las que hacen que un Mundial se algo tan grande.
Una victoria que, además de sorprender a todo el mundo, ha callado alguna que otra boca. En concreto, Jose Mourinho, entrenador del Chelsea, dijo tras la victoria costarricense ante Uruguay que era imposible que este equipo repitiera la gesta ante la todopoderosa Italia. Jorge Luis Pinto, el seleccionador de la tricolor, respondió: "Estoy sorprendido que Jose Mourinho diga algo así. Él dirige a su equipo domingos y miércoles, y, ¿es capaz de repetir en un juego lo que hizo en el anterior? Por supuesto que sí. Sabemos que Italia es un rival difícil, pero estamos confiados en repetir nuestro rendimiento"
Una selección forjada en las ligas europeas
La primera clave para entender el éxito de Costa Rica es ver en qué clubes juegan sus futbolistas durante el año. Hasta ocho hombres de la escuadra centrocamericana desempeñan su juego en clubes de ligas europeas: Rosenborg, Brujas, Levante, Arsenal, Fullham, Copenhaghe... De hecho, dos de ellos, Joel Campbell y Christian Bolaños, han jugado la Champions la temporada pasada.
La primera conclusión es que el perfil general de los jugadores de esta selección es el de un futbolista acostumbrado a medirse con los mayores cubes del mundo. Aunque partía como cenicienta, lo cierto es que el hecho de que sus jugadores estén acostumbrados a jugar habitualmente contra equipos como Chelsea, Liverpool, Borussia de Dortmund, Bayern de Munich, manchester United, City... nos da una idea del tremendo nivel competitivo con el que llegan al Mundial.
El análisis: Un equipo donde trabaja todo el mundo
Analizando los datos del partido, vemos que la gran faceta de Costa Rica es la defensa y la recuperación. Hasta 23 faltas cometió el equipo costarricense recibiendo por ello tan solo una tarjeta amarilla a pesar de haber jugado con cinco defensas. Además, terminó el partido con el 83% de las entradas ganadas, frente al 68% de Italia.
En cuanto a qué hacer con la pelota, también lo tiene claro. Costa Rica terminó el partido contra Italia con 206 pases menos que Italia. Además, el 15% de las 370 combinaciones que efectuó en el partido fueron pases largos. Casi el doble que Italia en este tipo de asociaciones. Otro dato importante es que Costa Rica centró 12 balones al área, completando la mitad. Italia, por su parte, centró sólo nueve veces completando apenas un 22% de esos pases.
Lo más efectivo de Costa Rica, tanto en ataque como en defensa, es su centro del campo. Contra Italia, el cuarteto formado por Bryan Ruiz, Celso Borges, Yeltsin Tejeda y Christian Bolaños, tiró seis veces a puerta (incluido el gol de Ruiz), que son los únicos seis tiros a puerta que tuvo el equipo en todo el partido.
Viendo el mapa de calor, en concreto el de la parte alta del equipo (el citado cuarteto del centro del campo y Joel Campbell, delantero), vemos que en esta selección trabaja todo el mundo. Los cinco jugadores tejieron un cuadrado casi perfecto en la medular concentrando su juego en cuatro puntos de presión sobre el mediocentro de Italia. De esta presión llegaron las 24 recuperaciones de Costa Rica, nada menos que nueve de ellas en campo italiano.
Costa Rica podría llegar incluso como primera de grupo a octavos si logra tan solo un empate contra Inglaterra en su último partido. Después, se enfrentará a una de las selecciones del Grupo C, donde Colombia está ya clasificada y aún queda por decidirse la segunda plaza entre japón, Grecia y Costa de Marfil.