Amy Winehouse, de 26 años, salía de la mano de su ex marido Blake Fielder-Civilde una clínica donde fue tratada por unos problemas en sus implantes de pecho.
Después, la pareja se dirigió a un club de jazz en el Soho londinense para celebrar el cumpleaños de Blake.
"Amy nos pedía que la llamásemos Señora Fielder-Civil" ha declarado al periódico británico 'The Sun' el dueño del local, Sam Shaker.
"Estuvieron muy románticos toda la noche. Están totalmente enamorados". "Ella es muy dulce y él muy cariñoso", añade Shaker.
Pero esta semana no sólo se han dejado ver juntos, sino que Amy ha anunciado en su perfil de Facebook que Blake se mudará a vivir con ella a la casa de 2,5 millones de euros que la artista se ha comprado en el barrio londinense de Candem.
"El rey y la reina de Candem llegan a casa" , publicaba en su página en la red social.
La pareja, que se había casado en 2007 en Miami, rompió su matrimonio en julio de 2009 debido a las continuas peleas, con agresiones físicas mutuas, sus problemas con las drogas y el ingreso en prisión de Blake.
Sin embargo, su reconciliación era una noticia esperada después de que el productor declarara en diciembre que la cantante era el 'amor de su vida' y que pensaba volver con ella cuando terminara de curarse de su adicción. Un mes más tarde, amigos cercanos a Amy aseguraban al periódico británico Daily Mirror que la cantante planeaba una segunda boda con su ex marido.