La FIA se ha ensañado con el Briatore y ha decidido inhabilitarle de por vida. Según publica el diario Marca, el italiano no podrá "organizar campeonatos, dirigir equipos o representar pilotos durante un periodo de tiempo ilimitado".
La sanción impuesta por la FIA, prohíbe a Briatore acceder "a ningún área bajo jurisdicción de la FIA", es decir, que no podrá acceder al paddock de los circuitos, ni siquiera, como invitado VIP.
Además, el castigo toca directamente a los negocios del empresario italiano, ya que según informa el citado diario, la FIA amenaza con no renovar la licencia a ningún piloto que esté representado por él.
Briatore, incluso podría perder la presidencia del equipo de fútbol Queens Park Rangers. Según el diario Marca, en Inglaterra una sanción de un organismo internacional inhabilita también para ejercer cargos de este tipo.
Pat Symonds, ingeniero jefe de la escudería, ha sido el otro castigado por la FIA. Se le considera cerebro del 'caso Singapur' y no podrá volver a pisar el paddock hasta dentro de cinco años. La sanción se ha visto reducida porque admitió su culpa y pidió perdón.
¿Qué otra cosa podíamos hacer?
Las reacciones a la sanción no se han hecho esperar. El presidente de la FIA, Max Mosley, ha afirmado que es una "lástima lo de Briatore por su trabajo de más de 20 años. Es triste ver el final de una carrera así. Pero, ¿qué otra cosa podíamos hacer?"
Desde Renault aceptan la decisión tomada y "presentamos excusas a la comunidad de la F1 por un hecho que consideramos inaceptable", ha dicho Bernard Rey, presidente de la escudería Renault.
Por su parte, Briatore afirma que "sólo traté de salvar al equipo haciéndome a un lado después del escándalo. Era mi deber. Por esa razón ha terminado mi ciclo". BQM