Su avión siguió volando con el piloto automático y se estrelló el domingo por la noche en un área pantanosa de Florida. Poco después un vecino recibía un correo desde una dirección de Schrenker que él desconoce asegurando que el choque era un accidente y que quería que dejasen de investigar a sus empresas. El correo electrónico parecía una nota de suicidio en la que aseguraba que no iba a poner en más aprietos a su familia y que cuando leyese esa nota él se habría ido. Fue esto lo que provocó que el vecino pusiese el mensaje en conocimiento de la policía.
La situación económica y personal de este empresario se había complicado en los últimos meses. Acababa de perder un juicio contra una de sus empresas, su mujer le había pedido el divorcio y sus negocios están siendo investigados por posibles irregularidades.
La policía está segura de que no se trató de un accidente porque la avioneta ni tenía el parabrisas roto como él había asegurado, ni había rastro de sangre. La puerta de la avioneta estaba entreabierta.
En el correo a su vecino, el hombre aseguraba que no esperaba que el suceso tuviese la repercusión que está teniendo y que se arrojó en paracaídas después de que se estallase el parabrisas de su avión y perdiese presión en cabina.
Después del suceso, fue localizado mojado hasta las rodillas y con gafas de aviador por la policía a quien Schrenker dijo que había tenido un accidente de canoa con unos amigos. La policía lo dejó en un hotel y , mientras los agentes volvían al lugar donde lo localizaron, Schrenker huyó a un bosque cercano. También en el correo se refería a este hecho que el hombre justificó porque "estaba asustado". LA
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