Un restaurante serbio situado en la capital londinense ha ideado una impactante y creativa medida de luchar contra la crisis. Se trata de una estrategia de marketing sencilla con la que sus dueños pretenden conseguir llenar todas las mesas del local: han eliminado las facturas.
El truco no es otro que confiar en el criterio y la buena fe de sus comensales, pues dependerá totalmente de ellos el que sus dueños lleguen a fin de mes sin preocupaciones o, por el contrario, repletos de deudas. Por otro lado, en estos tiempos de crisis los clientes pueden salir a comer sin miedo a pedir la cuenta.
Después de comer, los clientes pagarán por cada plato el valor que consideren justo. Sólo está fijado el precio de las bebidas; el servicio y la comida se pagarán con 'la voluntad'. Eso sí, habrá que pagar en efectivo. IM