Los chicos de Vicente del Bosque aterrizaron en Sudáfrica pasadas las 9:15 de la mañana del viernes y unas horas después, a las 18:00 horas, saltaron al campo de entrenamiento del centro de alto rendimiento de la North West University, lugar de concentración de los nuestros. Una vez superada la primera noche en el Sport Village, los internacionales volverán al trabajo a las 10:30 para seguir con su preparación para el primer partido ante Suiza el próximo miércoles 16.
La gran atención del entrenamiento matinal estará de nuevo puesta en Andrés Iniesta. El centrocampista de Fuentealbilla, que sufrió una pequeña lesión muscular en el último partido disputado ante Polonia, se ejercitó en solitario en el entrenamiento del viernes. Iniesta realizó carrera continua a ritmo suave y unos ejercicios específicos de golpeo de balón.
Los médicos de la selección confirmaron la buena evolución del manchego. Aún así, el doctor Óscar Celada se mostró cauteloso sobre su participación en el estreno de España en el Mundial. "Andrés evoluciona muy bien del pequeño problema muscular que sufre. Aún no podemos afirmar si estará ante Suiza pero las sensaciones son buenas. Somos moderadamente optimistas. Quedan días para que empiece el Mundial para nosotros y tiempo para decidir", reconoció Celada.
Salvo Andrés Iniesta, el seleccionador Del Bosque dispone del resto de internacionales en buenas condiciones físicas.
Percance en el autobús de la prensa española
El grupo de periodistas españoles que llegó el viernes a Sudáfrica tuvo un pequeño susto sin importancia mientras se trasladaban en autobús al lugar concentración de la selección nacional. La parte trasera del techo de uno de los dos autobuses fue arrancada de raíz justo al pasar por debajo de un puente y quedó un agujero de un metro de diámetro.
El estruendo vivido en el autobús por la prensa española les llevó a pensar que estaban siendo apedreados desde la parte superior del puente. Rápidamente se comprobó que el hueco dejado en el techo era del aparato de aire acondicionado, que había golpeado en la estructura del puente. Los informadores pudieron comprobar justo después cómo rápidamente los numerosos testigos del incidente se lanzaron a por el aparato que había quedado en la calle.