Gina se ha convertido en parte de la buena racha del equipo de Orlando en los 'playoffs' de la NBA. Después de su debut en febrero de este año, la pequeña se ha vuelto fija en los partidos de la final, donde sirvió de prólogo al triunfo de su equipo frente al doble duelo contra los Celtic de Boston y en los tres que los Magic consiguieron ante los Cavaliers.
Pero Gina no aterrizó en la cancha por obra y gracia del manejo del balón. La niña de siete años convive con una forma de autismo que le impedía soportar los ruidos y articular palabras. No consiguió hablar hasta los tres años, gracias a un programa de terapia musical de la Universidad de la Florida.
Con música, canciones y las grandes multitudes de los estadios aullando en las gradas ha conseguido convertirse en una estrella, superar su enfermedad y llevar a los Magic a la victoria.
Este miércoles por la noche Gina pisó la cancha con su elegante vestido y sus bailarinas doradas, el marcador tenía a su equipo contra la pared: Los Magic perdían 2-0 contra los Lakers.
la pequeña cogió el micrófono y cantó el himno algo cambió en el ánimo de los fans en las gradas. La suerte regresó para los de Orlando que la pasada noche consiguieron vencer al equipo de Gasol y Kobe Briant.