Miguel Lorente ha explicado que la violencia machista no es un hecho puntual. Lo primero que hace el agresor es aislar a la mujer de la familia, los amigos, las aficiones y de todo los que le da sentido a su vida, ha comentado el delegado del Gobierno. Es después cuando comienza la violencia física directa.
En este entorno de aislamiento, a la víctima le cuesta reconocer su situación y le da miedo hacerlo público, ha añadido Lorente.
La mano derecha de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha asegurado que, con 90.000 mujeres con orden de protección, desde su departamento pueden afirmar que las medidas contra este tipo de violencia mejoran la seguridad de las mujeres. Además, ha explicado que las políticas van dirigidas a la sociedad, a hombres y mujeres y que tratan de corregir una desigualdad histórica.
Ha añadido que, tras la denuncia también se actúa con la mujer. "Se hace un trabajo social para que ella se de cuenta de su situación".
Lorente ha abordado casos puntuales como el del agresor de Pontevedra que aprovechó un permiso penitenciario para matar a su novia. Ha explicado en presos con delitos de violencia machista, Instituciones Penitenciarias valora no solo al agresor sino también las circunstancias de la mujer.
EB