Para colmo, Samuel Levin, antiguo administrador de los negocios de Cage, y persona a la que éste denunció por no avisarle de la desastrosa situación financiera que atravesaba, ha hecho públicos los lujos que han llevado a la ruina al actor: su "lujoso estilo de vida" y las enormes cantidades que gastó en adquirir y mantener sus dos castillos, sus quince casas, su flota de yates y sus Rolls Royces, entre otras de sus posesiones.
Levin, según ha publicado la CNN, ha demandado 86.240 euros por trabajos impagados que realizó para Cage.
Al parecer, Cage fue avisado también por Levin acerca de la ruina que se avecinaba si no ponía freno a tanto lujo. Intentó persuadirle de la compra de los yates y los Rolls Royces, así como de los dos castillos "decrépitos" situados en Inglaterra y en Alemania, cuya restauración supondría un importante esfuerzo económico.
Además, el contable asegura que insistió en que el actor guardase un "colchón de seguridad de diez millones de dólares (6.687.000 euros) para aliviar la presión financiera de aceptar papeles que podrían ser perjudiciales para su carrera", pero que éste no le escuchó.
La fecha del juicio que enfrenta a Nicolas Cage con su antiguo contable se ha fijado para el 3 de febrero de 2010 en Beverly Hills, California, por lo que habrá que esperar a ver quien de los dos no dice toda la verdad.