Al parecer, el conductor del vehículo iba a una velocidad considerable y, en el intento de esquivar a un perro que se interpuso en su camino, efectuó un brusco giro.
A continuación, cayó por unas escaleras y se estrelló contra el escaparate de una tienda, arrollando al pequeño, que salió corriendo hacia el lugar en el que se encontraban sus padres.
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Los progenitores del niño atropellado se asustaron al oír el golpe del coche y el sonido de cristales hechos añicos, y recibieron a su hijo, que lloraba. Sin embargo, no supieron lo que había sucedido en realidad, hasta el día siguiente, al ver el vídeo de una cámara de seguridad instalada en un establecimiento cercano al lugar de los hechos.
La grabación de esta tienda, también mostró cómo otro chico, ligeramente mayor que el niño accidentado, pudo salvar el coche y evitar ser atropellado.
Después de que hayan transcurrido unos días del suceso, el menor atropellado ha superado el susto y no tiene miedo de regresar al lugar de los hechos, con el fin de ser fotografiado y entrevistado por los periodistas, curiosos y altamente interesados por tan inhóspito hecho.