"No me preocupan el rendimiento y la competitividad del coche. La primera carrera fue como fue, pero de todos modos tenemos un buen coche", afirmó en su página web, y añadió que ahora "de nada sirve llorar".
El vigente campeón del mundo alabó la velocidad de su monoplaza, que le permitió en Melbourne remontar desde la decimoquinta posición hasta los primeros puestos de la carrera, hasta que se rompió el motor a cinco vueltas del final: "Hice una buena salida, pero después estuve todo el rato detrás de alguien. El coche tenía velocidad, no hay duda sobre eso, aunque no sirvió de gran cosa en una carrera como ésta".
En Maranello ya se trabaja para solucionar los problemas de fiabilidad del F2008, con vistas al Gran Premio de Malasia, el próximo fin de semana: "Simplemente necesitamos mejorar para que tengamos un fin de semana limpio y para que todo funcione correctamente en el coche".
Si se han solucionado o no los problemas se verá en Sepang, un circuito que trae buenos recuerdos a Raikkonen: "Malasia ha sido una carrera bastante buena para mí. Podremos hacerlo bien allí si logramos evitar los problemas técnicos". El finlandés consiguió allí su primera victoria en la Fórmula 1.