Veinte pares de zapatos de la firma Dolce&Gabbana, doce pares de gafas de sol de Versace y un reloj Rolex valorado en 278.000 euros. Eso fue lo que compró Victoria Beckham en una de sus tardes de compras por Milán.
La diseñadora está encantada de que su marido, David Beckham, haya firmado para jugar en el AC Milan, pues eso supone trasladarse a la ciudad de la moda por excelencia, allí donde puede pedir que sus tiendas favoritas se cierren al público sólo para ella.
"Los artículos de esas tiendas maravillosas están diciendo: 'Ven y cómprame, ven y cómprame'. Y, total, así ayudo a la economía". Así ha explicado Victoria Beckham sus frenéticas tardes de compras, según informa el diario Daily Star.
Pero la ex Spice Girl también hace examen de conciencia y admite que "he gastado demasiado", aunque se justifica diciendo que "comprar es como una droga. Cuanto más tienes, más quieres", y parece que ha ido a parar al lugar más adictivo de todos: "Cuando estoy en Milán no sé cómo resistirme".
Parece que, aunque empezó su carrera artística como cantante, Victoria ha encontrado en la moda su profesión ideal; y piensa seguir trabajando en ella "unos 25 o 30 años". Aunque no siempre ha sido fácil, pues la diseñadora reconoce que "al principio, la gente tenía ideas preconcebidas sobre mí, pero trabajé duro".