Buscan parejas que se casaran en Jerez hace 50 años: "¿Fue mi padre el fotógrafo de tu boda?"

Durante más de tres décadas, Daniel Carretero estuvo presente en cientos de bodas, bautizos y comuniones de Jerez de la Frontera, en Cádiz. Fue fotógrafo de eventos desde los años setenta... "Hacía todo tipo de eventos sociales, como fiestas o puestas de largo", dice su hija Laura, "y desde el principio guardó todos los negativos".

Hace diez años un ictus le obligó a Daniel a retirarse de la fotografía y tuvo que cerrar su estudio. "Llevamos todos los archivos que tenía a su casa", cuenta Laura, "y lo guardamos en un cuarto". Allí han pasado casi una década encerrados en una habitación que no han vuelto a abrir hasta que el pasado 16 de diciembre Daniel falleció.

Ninguno de sus hijos vive ya en Jerez y acaban de vender la casa de su padre. Sin embargo, no sabían qué hacer con todos esos negativos. "No cabe en mi cabeza tirar el legado de mi padre", dice Laura Carretero, que junto con sus hermanos decidió devolver los negativos a los protagonistas de las fotos.

La tarea no es fácil. En sus archivos hay más de 1.800 bodas y no siempre aparecen los nombres de los novios. "¿Cómo localizas a una mujer que se casó en los 70?", se pregunta Laura que a veces tiene que buscar pistas entre las anotaciones de su padre. "Por ejemplo, escribió 'la hija del panadero' en un rollo de octubre de 1970".

Ahora, los hermanos han hecho un llamamiento a través de las redes sociales: "¿Fue mi padre el fotógrafo de tu boda?". Con esa pregunta esperan poner nombre y apellido a los novios que fotografió su padre durante décadas en Jerez de la Frontera. Hasta el momento más de un centenar de parejas ya se han puesto en contacto con ellos. 

"Me mandan fotos de su boda con cosas específicas", dice Laura, y con eso se asegura de que son sus verdaderos dueños. Muchas veces es pura nostalgia, otras, en cambio, sirve para devolverles un recuerdo que perdieron. "Hemos entregado los negativos a una chica cuyos padres fallecieron y que había perdido el álbum de la boda en una inundación".

Algunos quieren agradecerle el gesto. "Un señor se puso en contacto para conseguir sus negativos y luego me preguntó que cuánto nos debía", explica Laura que enseguida rechazó el dinero. Sin embargo, el hombre insistió y acabó haciendo una donación al Hospital San Juan, donde Daniel pasó sus últimos días de vida.

A principios de esta semana, Laura ha devuelto a cien parejas más los negativos de sus bodas. Lo ha hecho en Jerez de la Frontera. Luego se llevará todo el material a Málaga, donde ella vive. "Desde allí haré envíos certificados a quien me lo pida", cuenta la hija de Daniel, que además está en conversaciones con el Ayuntamiento para que pasen a patrimonio las fotos que su padre hizo de eventos como la feria, el Rocío o los caballos.

Y con cada foto que Laura entrega, ella y sus hermanos se vuelven a encontrar un poco con su padre. "Me estoy dando cuenta de que hay muchísima gente que le tenía un gran cariño", dice la hija de Daniel, el fotógrafo que durante diez años guardó en una habitación los días más felices de Jerez de la Frontera para que no se perdieran.

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