En esta muestra --que cuenta con un total de 180 obras-- hay cuatro pinturas cedidas para la exposición por el Museo del Prado, relacionadas con los grabados, y que son La Piedad y Retrato de María Ruthven, de Van Dyck, La Sagrada Familia con Santa Ana, de Rubens, y La Cocina de David Teniers.
La BNE recuerda que en el arte flamenco de esta época hay dos figuras indiscutibles, Peter Paul Rubens y Anton van Dyck, a los que se dedican las dos primeras secciones de la exposición: Rubens y los mejores grabadores de sus obras, y Van Dyck, seguidor de Rubens y extraordinario retratista.
Otro aspecto importante del arte flamenco fue la fuerza que tomaron dos géneros artísticos que habían empezado a crearse de manera independiente en el siglo XVI: el paisaje y las escenas de costumbres, o escenas de género, que en el XVII se desarrollan en su plenitud.
En el caso de los paisajes destacan Paul Brill, Nicolas de Bruyn, Lucas van Uden mientras que entre los grabadores figuran Galle, los Sadeler o Bolswert. Las escenas de género están representadas por artistas de la talla de Jacob Jordaens, David Teniers, Adriaen Brouwer o Frans Wyngaerde, mostrando la vida cotidiana del Flandes de la época.
(EUROPA PRESS)