Miguel Mulet, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia y su bala mágica para cultivar con sequía

El cambio climático, con sequías cada vez más duras, está poniendo a la agricultura al límite. En Alicante, por ejemplo, se va a perder el 90% del cereal por falta de lluvia

Esto no pasaría con un tipo de cereal perenne que ya se está cultivando con éxito en campos de Barcelona. Su característica es que tiene raíces profundas que le permiten adentrarse más en la tierra en busca de agua y nutrientes.

Hay muchas otras herramientas que brinda la tecnología, desde la edición genética de especies de cultivo a mejoras en los sistemas de riego o programas para controlar la producción al detalle. 

En Informativos Telecinco Carlos Franganillo ha hablado con José Miguel Mulet, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia. 

¿Qué herramientas puede ayudar a esta situación de sequía?

"La solución a la sequía no va a ser una bala mágica ni va a ser una solución única. Hay que hacer mejoras en el riego, hay que hacer mejoras en el control de plagas, en el control de la irrigación de y la fertilización. También, por supuesto, tenemos utilizar mejoras genéticas. 

Hemos utilizado los transgénicos durante años y ahora desde hace poco tenemos el CRISPR que ya se está utilizando con éxito para la sequía."

Sobre la edición genética de cultivo, ¿en qué punto estamos en Europa y qué se está haciendo en el mundo?

"En Europa tenemos el problema de que todavía estamos a la espera de la aprobación de la ley, que es una ley que después de haber superado varias votaciones está siendo muy recortada, muy limitada, pero por lo menos se va a poder hacer algo. 

El problema es que llegamos tarde. Japón, Estados Unidos, Brasil o Argentina y otros muchos países ya tienen una ley que regula las tecnologías de edición genética conocidas como CRISPR y si no nos damos prisa nos vamos a quedar sin espacio."

Si sale adelante, ¿puede ser una revolución en el campo europeo?

"Va a ser una tecnología que va a ayudar mucho porque todo el proceso actual de obtención de nuevas variedades por genética clásica, por mejora de cruce, hibridación o mutación es un proceso que es lento y en parte es aleatorio, no es dirigido. 

El CRISPR la ventaja que nos da es que nos permite hacer las cosas de forma mucho más rápida. Si para hacer una nueva variedad antes necesitábamos cinco o seis años, utilizando el CRISPR gracias a la información que tenemos de la biología molecular y de la genómica de la planta, podemos hacer esas mejoras en un año o dos, lo cual nos permite adaptarnos de forma rápida

Hay que tener en cuenta que las nuevas condiciones impuestas por el cambio climático hacen que las condiciones cambien muy rápido. Tenemos que ser capaces de sacar nuevos cultivos que se adapten igual de rápido."

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