El punto de partida del "hoax", del mensaje engaño, fue un fenómeno real. El 27 de agosto de 2003 Marte estuvo muy cerca de la Tierra, a tan sólo 56 millones de kilómetros, un acercamiento que no se había producido en 60.000 años, justo cuando por aquí vivían los ancestros neandertales. Marte se vio aquél agosto 6 veces más grande y 85 veces más brillante de lo que habitualmente aparece en el cielo. Y el fenómeno volverá a repetirse en 2018. Hasta aquí los datos reales que alguien magnificó y confundió dando origen a uno de los engaños más extendidos, que la atracción popular por los fenómenos astronómicos ha facilitado.
Según Phillips, el desatino del correo sobre el tamaño de Marte no acaba ahí. En el mismo se dice que, si alguien tiene un telescopio en su casa puede aumentar 75 veces el tamaño del Planeta Rojo, que será así tan grande como la Luna llena. Según el experto de la NASA, mirando a través del telescopio se percibe la misma ilusión que mirando con el ojo desnudo la Luna. Cuando vemos a nuestro satélite sobre el horizonte, aparecen gigantesco, cuando la tenemos sobre nuestras cabezas, nos resulta mucho más pequeño. En ambos casos -dice Phillips- es la misma Luna, pero nuestro cerebro la percibe en diferente tamaño según el entorno.
Así que, ya saben, el cielo ofrece espectáculos fascinantes a todas horas, algunos son realmente extraordinarios, pero Marte nunca se verá tan grande como la Luna. Aunque como el Universo es matemática pura, la actividad de los cuerpos que por él se mueven se conocen con exactitud. Por eso, quien quiera mirar al cielo el 27 de agosto de 2009, como apuntan desde la NASA, lo que verá será a Júpiter brillando en la constelación de capricornio. La Luna estará en cuarto creciente. Muy cerca se verá un punto rojo brillante: Antares, la estrella rival de Marte.