Una semana más de anticiclón y de boina de contaminación en Madrid

Marcos Fernández* I Meteoralia 13/11/2015 12:20

Un anticiclón que no nos abandona

Una de las primeras consecuencias de este veranillo de San Martín, empeñado en quedarse con nosotros, es la altísima contaminación que se viene acumulando desde hace una semana en diferentes ciudades, entre ellas, Madrid.

La persistencia de esta masa aire tan cálido favorece, literalmente, que no sople una sola brizna de aire. No lo vemos pero está sobre nosotros y es tan estable que impide cualquier tipo de movimiento atmosférico que pueda limpiar los cielos de Madrid. Desde hace varios días, a simple vista y desde la periferia, se observa la clásica boina gris, que son gases contaminantes y nocivos para la salud, principalmente, dióxido de nitrógeno (NO2).

Hasta que la situación de bloqueo anticiclónico se rompa, la contaminación solo puede ir a más. Y según los modelos le quedan muchos días, como mínimo otra semana más con temperaturas que también van a ser altas. Este panorama obliga al Ayuntamiento de Madrid a aplicar la normativa que fue aprobada por el anterior equipo de Gobierno, pero que nunca se llegó a aplicar, aunque se dieron las circunstancias para activar el protocolo.

Pero... ¿qué es la boina?

Esa nube grisácea que cubre la capital es la contaminación causada por los tubos de escape de los vehículos. El culpable es el elevado volumen de tráfico tanto en Madrid como en las grandes ciudades limítrofes. Se trata de dióxido de nitrógeno (NO2) que se encuentra enjaulado sobre la capital por la situación anticiclónica. La ausencia de viento y de movimiento de masas de aire atrapan y alimentan más y más la capa de contaminación.

Medición de contaminación

De las 24 estaciones, 11 superaron el pasado miércoles el límite establecido de 180 microgramos por metro cúbico y alcanzaron los 200.

Las estaciones de Ramón y Cajal, Escuelas Aguirre, Ensanche de Vallecas, Arturo Soria, Méndez Álvaro y Fernández Ladreda fueron las estaciones con los mayores niveles de NO2 estos días atrás.

El futuro protocolo contempla rebajar el nivel de contaminación detectada para activar estas medidas, pero rebaja la proporción de contaminación 'necesaria'. Si ahora se pone en marcha el escenario 1, con dos días de preaviso superando los 200 microgramos en dos estaciones cercanas durante dos horas, con la próxima reglamentación bastará con que dos estaciones superen durante dos horas consecutivas 180 microgramos de NO2.

Medidas para paliar la polución

El pasado jueves se anunciaba la puesta en marcha de la primera medida para una situación de estas características: la limitación de la velocidad máxima a 70 km/h en todo el cinturón de la M-30.

Sin embargo, Aemet ha confirmado las previsiones nada halagüeñas de lo que habitualmente llamamos 'buen tiempo' obligando a aplicar desde este viernes otra medida aún más restrictiva: la prohibición de aparcamiento a vehículos no residentes en el centro de Madrid. Quedan exentos los vehículos comerciales, taxis, de movilidad reducida, servicios públicos y sanitarios, así como aquellos no contaminantes.

Pero esta situación no es exclusiva de Madrid. Barcelona la aplica desde 2011 en todas las vías de acceso cuando se disparan las concentraciones del principal gas contaminante, dióxido de nitrógeno (NO2).

En otras capitales europeas, como París, tienen experiencia en protocolos más restrictivos aún. El pasado invierno una situación como la actual obligó a la alcaldesa de la capital francesa a restringir todo el tráfico en el centro y aprobar por vía urgente, con el apoyo de los ecologistas, la gratuidad en el transporte público para incentivar que los trabajadores pudieran desplazarse sin mover sus coches de casa.

A los madrileños les esperan medidas más serias a corto plazo. Además, en breve quedará aprobada la nueva normativa que endurecerá la actual y se equiparará con la de otros países europeos.

Hasta que llegue esa nueva normativa, queda un tercer nivel, que no es descartable que se alcance y que obligaría a restringir el 50% del tráfico en el interior de la M-30, incluyendo esta vía.

¿Buen tiempo?

De uno u otro modo, el mal llamado 'buen tiempo' acarrea consecuencias nocivas para la salud y acentúa también un arranque de otoño que ha sido seco en buena parte del país y nos lleva a tomar medidas que probablemente volveremos a sufrir a lo largo del próximo invierno.

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*Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.