Los arrecifes de coral, víctimas de la sobrepesca y la contaminación agravada por el calentamiento del océano

EUROPA PRESS 07/06/2016 17:00

Su trabajo, publicado este martes en 'Nature Communications', se basa en uno de los mayores y más largos experimentos de campo realizados sobre este tema y sugiere que las muertes de coral generalizadas observadas en las últimas décadas están siendo causadas ??por esta combinación de múltiples factores estresantes locales y el calentamiento global.

Estas fuerzas debilitan en gran medida los corales y permiten a los patógenos desarrollarse a niveles tales que los corales no pueden sobrevivir. Estos hallazgos fueron hechos por investigadores después de un experimento de tres años que simulaba tanto la sobrepescacomo la contaminación por nutrientes en un arrecife de coral en los Cayos de Florida, Estados Unidos.

La gran cantidad de datos de campo recogidos durante un periodo prolongado de tiempo ayudó a resolver algunas de las cuestiones fundamentales acerca de la causa de la disminución de los arrecifes de coral, según los autores. "Es una mala noticia, pero al menos ayudará a resolver la discusión sobre por qué los corales están muriendo", destaca Rebecca Vega Thurber, profesora asistente en la Facultad de Ciencias de la Universidad Estatal de Oregón y autora correspondiente del estudio.

"Esto deja claro que no hay una sola fuerza que esté causando muertes generalizadas del coral. La pérdida de peces que ayudan a eliminar las algas o la adición de un exceso de nutrientes, como los de los fertilizantes, puede causar el crecimiento de algas en los arrecifes. Esto cambia la microbiota normal de los corales aumentando la patogenicidad y todos estos problemas alcanzan niveles críticos a media que las temperaturas del océano se calientan", afirma.

El resultado final, según los científicos, es una disminución global de los arrecifes de coral, que ahora está alcanzando proporciones catastróficas. "Tenemos que saber cómo están afectando las actividades humanas a los ecosistemas de arrecifes de coral --dice David Garrison, director del programa en la División de Ciencias Oceánicas de la Fundación Nacional de Ciencias, que financió la investigación--. Los arrecifes de coral son uno de los indicadores más sensibles de la salud de los océanos. Este informe es una contribución importante a entender cómo se comportarán los arrecifes en el futuro".

TRES EVENTOS DE BLANQUEAMIENTO DE LOS CORALES EN 20 AÑOS

Los científicos dicen que los problemas causados ??por infecciones bacterianas debido a factores estresantes locales y temperaturas cálidas se suman a los daños causados ??por eventos de blanqueamiento masivo de corales que ya están en marcha. Sólo en la década de 1980 los investigadores observan el primer evento de blanqueamiento masivo registrado en la historia y en los últimos 20 años ya ha habido tres eventos de blanqueamiento de los corales.

"Entre el 25 y el 35 por ciento de los corales en la Gran Barrera de Coral se está muriendo en este momento --alerta Vega-Thurber--. En 2014-16, una gran parte de los arrecifes tropicales en todo el planeta experimentó blanqueo y en abril pasado, el 90 por ciento de la gran barrera de coral se blanquó como parte de un evento masivo de El Niño. Los corales de todas partes parecen estar muriendo".

Además de ayudar a resolver los efectos de los factores de estrés conocidos como la sobrepesca y la contaminación por nutrientes, los investigadores obtuvieron un hallazgo extraño y totalmente inesperado. En condiciones normales, el pez loro, al igual que muchas otras especies, es esencial para la salud de los arrecifes de coral, mordisqueándolos para eliminar las algas y sin causar daño permanente.

Pero en una parte del experimento los corales se debilitaron tanto por la contaminación de nitrógeno y fósforo que cuando el pez loro los mordía, el 62 por ciento de los corales moría. A pesar de ser una interacción normalmente saludable, los peces de los corales se habían convertido en seres normales.

"Queremos dejar claro que el pez loro no es el problema, son una parte normal y esencial de los ecosistemas de arrecifes saludables --matiza Vega-Thurber--. El problema es cuando los corales están tan débiles que no pueden soportar impactos normales. Y la solución será la de ayudar a los corales a recuperar su salud, asegurando que su entorno local está libre de contaminación por nutrientes y que las poblaciones de peces no están agotadas".

Entre las conclusiones del estudio, cabe destacar que la sobrepesca, la contaminación por nutrientes y el aumento de la temperatura llevan a un aumento de los patógenos, y que la gran abundancia de patógenos es más importante que el tipo o especie que son. La mortalidad del arrecife de coral refleja la abundancia de patógenos.

Además, el calor exacerba estos problemas, con el 80 por ciento de las muertes de coral que se producen en el verano o el otoño, pero sólo cuando los peces se retiran o la contaminación de nutrientes está presente. Aunque la alta tensión térmica ha recibido la mayor atención, incluso un modesto incremento de temperatura hace de los corales más vulnerables a las bacterias.

La pérdida de peces puede aumentar la cobertura de algas hasta seis veces. En un sistema en dificultades con muchas algas, se duplican los niveles de enfermedad del coral y aumenta ocho veces la mortalidad del coral. Además, el aumento de la cobertura de algas o el incremento de las temperatura puede reducir los niveles de antibióticos naturales secretados que ayudan a proteger los corales de las bacterias dañinas y el contacto directo de algas impulsado por la sobrepesca y la contaminación por nutrientes desestabiliza el microbioma del coral, en algunos casos con un aumento de 6 a 9 veces en la mortalidad.

Los hallazgos, según los investigadores, dejan claro que a la hora de enfrentarse al calentamiento global, algunas de las mejores oportunidades para proteger los arrecifes de coral se encuentran en una cuidadosa gestión de la pesca y proteger la calidad del agua. Esto daría a los corales la mejor oportunidad de tener un microbioma sano y resistir las condiciones más cálidas sin morir, concluyen los autores.