Científicos españoles descubren una nueva especie en la Antártida: hablamos con ellos

Elsa Alonso 26/07/2016 17:50

Esponjas, cnidarios, equinodermos, moluscos… numerosas especies ocupan las aguas de la Antártida. Sin embargo, hasta ahora no se había encontrado este animal con aspecto de babosa esponjosa sin concha. Gracias al trabajo, publicado en la revista científica 'Plos One', de Conxita Àvila, Juan Moles, Manuel Ballesteros y Álvaro Pujals (biólogos de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la UB (IRBio), se ha encontrado esta nueva especie en el Mar de Weddell (Antártida).

Las rocas del fondo: su hábitat

"Estos animales se encuentran en ecosistemas en los que viven esponjas y tunicados, y se alimenta de ellos y de cnidarios y gorgonias", explica a El Tiempo hoy Juan moles, uno de los biólogos que ha participado de la expedición marítima. "También cohabita con animales más móviles como equinodermos y moluscos", dice. Para su supervivencia, es imprescindible que haya rocas: "La especie se incrusta entre las rocas del fondo marino, y es la manera que tiene de mantenerse con vida", añade.

Expediciones con el barco Polarstern

Después de 20 años de expediciones a la Antártida, Juan Moles nos cuenta que "no se había encontrado nada igual". Es por ello que este descubrimiento se ha convertido en un hallazgo insólito.

El proceso de investigación no fue nada fácil. La tendencia del animal a ocupar las profundidades del mar supuso un problema en las campañas de expedición: "Se encuentra en aguas profundas que son imposibles de alcanzar mediante buceo". La solución a ello fue usar el barco oceanográfico alemán Polarstern, que "cuenta con grandes infraestructuras, redes de pesca y herramientas a gran escala para llegar a las rocas que están en el fondo del mar".

'D. carinova' y farmacología

Solo han conseguido extraer un ejemplar de esta nueva 'babosa', y se conserva en alcohol, por lo que no se puede realizar todavía un estudio que determine si tiene algún beneficio en farmacología. Aun así, Moles afirma que "estos invertebrados sin concha de las aguas de la Antártida suelen tener un gran potencial farmacológico".

De hecho, buena parte del trabajo de investigación de este equipo espeañol, liderado por la profesora Conxita Àvila, se centra en identificar las moléculas que intervienen en las relaciones entre estos organismos y evaluar su posible uso farmacológico. "Intentamos averiguar qué defensas químicas utilizan estos invertebrados marinos para repeler a los depredadores, para hacerse sitio o para mantenerse limpios y evitar que se les adhieran organismos a la superficie", ha señalado Ávila a EFE. "Estos productos químicos también pueden tener una actividad biológica potencialmente útil en forma de medicamentos", añade.