Cien nuevos planetas descubiertos fuera del sistema solar... ¡Y en dos podría haber vida!

Andrea Arnal (@AndreaArnal) 19/07/2016 12:45

Un grupo de astrónomos de la NASA han descubierto y confirmado un 'tesoro' de nuevos mundos usando la nave espacial Kepler durante la misión K2, entre los que se encuentra un sistema con cuatro 'prometedores' planetas rocosos.

Como si de un cásting se tratara, los investigadores han tenido que descartar 93 planetas: al final, se han confirmado 104 nuevos exoplanetas, es decir, alrededor de un centenar de planetas ajenos a nuestro sistema solar.

Los cuatro planetas que más han llamado la atención de los científicos poseen unas características que hacen no descartar la existencia de vida en ellos. Son entre un 20 y 50 por ciento más grandes que la Tierra por su diámetro. Orbitan alrededor de la estrella enana M K2-72, que está a una distancia de 181 años luz de nuestro planeta en dirección a la constelación de Acuario.

M K2-72 tiene menos de la mitad del tamaño del Sol y es menos brillante. Los planetas tardan entre cinco días y medio a 24 días en rodearla, por lo que sus órbitas son muy pequeñas... ¡Incluso menores que la distancia de Mercurio al Sol! Sin embargo, debido a que dos de ellos pueden experimentar niveles de radiación de su estrella comparables a los de la Tierra, "la posibilidad de que la vida pudiera surgir en ellos aún no puede ser evaluada", ha indicado Ian Crossfield, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Arizona (EE UU). Los otros dos, por el contrario, son demasiado cálidos como para albergar vida como en la Tierra.

Mezcla de telescopios y datos

Los investigadores, cuyos resultados han sido publicados en la revista 'Astrophysical Journal Supplement Series', lograron la recolección de los nuevos planetas combinando los datos de la misión con las observaciones de telescopios terrestres como el Gemini Norte y el Observatorio WM Keck (ambos en Hawái), el Buscador de Planetas Automatizado de los Observatorios de la Universidad de California (EE UU), y el gran Telescopio Binocular de la Universidad de Arizona (EE UU).

La misión inicial Kepler era estudiar solamente un trozo del cielo del hemisferio norte y ver si había planetas cuyo tamaño y temperatura pubieran ser similares a la Tierra, con una órbita alrededor de estrellas como el Sol. Sin embargo, en 2013, la sonda perdió el segundo de sus cuatro giróscopos y la misión de la NASA se dio por terminada. A cambio, se añadió el conocido como método del tránsito, una técnica con menor precisión, pero que ha permitido continuar la búsqueda de posibles mundos habitables. De momento está dando muchas alegrías a los científicos como esta.