Los científicos cultivaron células madres extraídas de folículos pilosos de ratones adultos y después trasplantaron las células a los ratones calvos, según publicó un periódico japonés.
Los investigadores confirmaron tres semanas después que los folículos pilosos implantados con las células había crecido pelo en el 70 % de los ratones que utilizaron para el ensayo.
El nuevo pelo era tan sólido como el de los ratones donantes, y trasladó exactamente los mismos patrones que el original, incluyendo las ondas.
El pelo había crecido entre tres y cinco milímetros como en los ratones donantes y seguía creciendo igual que en condiciones naturales.
"Hay que mejorar las técnicas de ampliación de las células madre, antes de que el método se aplique en superficies más extensas, como en humanos", explicó Takashi Tsuji de la Universidad de Ciencias de Tokio, responsable de la investigación.
El experimento abre una puerta a la esperanza para el tratamiento de la calvicie, aunque los científicos advirtieron de que todavía puede tomar tiempo aplicarlo en seres humanos.