El Árbol Europeo del Año busca promover los árboles y sus historias, cómo monumentos naturales, de la misma manera que UNESCO promueve, según cuenta su página web. Este proyecto, sin ánimo de lucro, trata de fomentar las relaciones entre la flora y las personas, y por supuesto, descubrir las bellezas forestales europeas.
Este concurso fue creado en 2011, y es una continuación del popular concurso popular Árbol del Año que en la República Checa durante mucho tiempo ha organizado la Fundación Alianza (Nadace Partnerství). Al terminar los concursos nacionales, los ganadores participan en en concurso europeo.
El concurso se hace por fases, primero los propietarios de árboles singulares deben presentarse, en el plazo indicado, y posteriormente serán evaluadas por un jurado de expertos que seleccionará a los aspirantes para ser el representante nacional en el concurso europeo.
Después la votación. Los candidatos españoles, se someterán a una votación en la que saldrá elegido el ganador nacional, que competirá con los árboles europeos, a los que se podrá votar entre los días 1 y 28 de febrero de 2018.
El año pasado votaron alrededor de 3.000 personas y el ganador fue un Jozef, un roble polaco de 650 años de edad, y que tiene mucha historia, ya que sirvió de refugio a una familia judía durante la Segunda Guerra Mundial.