España es el país más caro en telefonía móvil y banda ancha de la UE

INFORMATIVOS TELECINCO 25/03/2009 12:10

El Informe sobre los Progresos en 2008 del Mercado Único de las Telecomunicaciones pone de relieve la buena evolución de este sector. La telefonía móvil sigue aumentando y según los datos del informe, los consumidores pagan de media un 34,5% menos que hace cinco años. En cuanto las conexiones a la red, los países de la UE se sitúan en la vanguardia mundial de Internet de alta velocidad. El número de conexiones fijas de banda ancha a Internet ha crecido en 14 millones más de conexiones en 2008, con un total de 114 millones. La competitividad en el sector es una de las claves de su crecimiento y sus buenos resultados. Esta competitividad revierte en los clientes: pagan menos y se benefician de un mejor servicio.

Pero en nuestro país este sector no está siguiendo la misma evolución. Según el estudio, España se encuentra entre los países de la UE con los precios más altos de telefonía móvil y banda ancha. Así, un usuario medio en nuestro país paga en su factura del móvil en torno a 35,89 euros al mes en 2008, mientras que la media europea se sitúa en 19,49 euros.

En cuanto a la penetración de la banda ancha "España está en un 20,2%, por debajo de la media comunitaria del 22,9%, y la tendencia se ralentiza. Esto muestra la excepción española. En todos los otros países, la penetración sube y los precios bajan. Pero la impresión es que en España el movimiento va en el sentido contrario: la penetración baja y los precios suben", explica Reding.

Según los datos del informe, en aquellos países donde los precios se adecuan a la demanda, la penetración del sector de las telecomunicaciones se está disparando. De momento, en nuestro país las ofertas siguen sin ser ofertas y los servicios siguen sin aportar la calidad que debieran al precio que se pagan.

Falta de competencia en el mercado español

La comisaria europea de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, Viviane Reding, asegura en una entrevista en El Economista que la razón está en la falta de competencia. "No hay suficiente competencia en el mercado y los precios son demasiado altos. Que no haya competencia explica los precios elevados, y la menor aceptación entre los ciudadanos", explica.