Dos estrellas revelan rasgos de la atmósfera de Plutón

EUROPA PRESS 18/05/2016 13:36

Estos datos, almacenados en grabadoras digitales de New Horizons desde el encuentro del pasado verano y recientemente transmitidos a la Tierra, confirman varias conclusiones importantes acerca de la atmósfera de Plutón, informa la NASA.

Aproximadamente cuatro horas después de que New Horizons hiciera su aproximación más cercana a Plutón el 14 de julio - cuando la nave estaba a 320.000 kilómetros más allá del planeta enano - el instrumento espectrómetro ultravioleta ALICE a bordo de la nave espacial, 'observó' como dos intensas estrellas ultravioleta pasaban detrás de Plutón y su atmósfera. La luz de cada estrella se atenúa a medida que avanza a través de las capas más profundas de la atmósfera de Plutón, absorbida por varios gases y nieblas.

Al igual que la ocultación solar que ALICE había observado unas pocas horas antes - cuando se utiliza la luz solar para realizar mediciones similares - estas ocultaciones estelares han proporcionado información sobre la composición y estructura de la atmósfera de Plutón. Ambos ocultaciones estelares revelaron huellas espectrales ultravioletas de nitrógeno, hidrocarburos como el metano y acetileno, e incluso la neblina, al igual que la ocultación solar había hecho antes.

Los resultados de las ocultaciones solares y estelares son también consistentes en términos de estructura vertical de la temperatura y la presión de la atmósfera superior de Plutón. Esto significa que los perfiles verticales de la atmósfera superior de nitrógeno, metano, y los hidrocarburos observadas son similares en muchos lugares en Plutón.

Estos resultados confirman los hallazgos de ALICE en la ocultación solar de que la temperatura de la atmósfera superior es hasta un 25 por ciento más fría y por lo tanto más compacta que lo que los científicos predijeron antes del encuentro de New Horizons. Esto también confirma, aunque de manera indirecta, el resultado del análisis y modelado de la observación solar de ALICE de que la frecuencia de escape del nitrógeno es aproximadamente 1.000 veces menor de lo esperado antes del sobrevuelo.