Contra la mala gestión del agua y la sequía: Greenpeace cuelga en León su pancarta más grande

eltiempohoy.es 27/11/2017 17:17

La hazaña se ha llevado gracias a unos escaladores miembros del colectivo. Llevando a cuestas kilómetro y medio de cuerdas y 50 anclajes, han conseguido que desplegar la enorme lona sobre el puente leonés.

Según ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de agua de Greenpeace, "a pesar de no estar oficialmente en sequía, las reservas de agua embalsada en España no superan el 37%. Esto es un claro reflejo de la mala gestión que se ha hecho de nuestros recursos hídricos previamente y que nos hace muy vulnerables ante el inicio de un periodo seco como el actual, poniendo incluso en riesgo el abastecimiento humano".

Las precipitaciones durante el otoño están siendo casi nulas y las previsiones indican que las lluvias serán escasas. La pasada primavera fue la más seca desde 1965, un 23% por debajo de la media. Cabe recordar que la primavera y el otoño son húmedos en la península ibérica. Esto nos sitúa, según Greenpeace, "ante un más que probable periodo de sequía para 2018".

¿Por qué en el embalse de Barrios de Luna?

Este puente está situado en la demarcación hidrográfica del Duero, que es, junto a la del Júcar y la del Segura, la única declarada oficialmente en sequía.

A pesar de contar con 81 grandes embalses, la reserva de agua en el Duero apenas alcanza el 18%. Un ejemplo en opinión de Greenpeace de "la poca previsión con la que se ha gestionado esta situación" y que, según la ONG, "es extrapolable al resto de cuencas y demarcaciones hidrográficas españolas".

España es el país de Europa con más embalses, cerca de 1.300. A pesar de ello, el volumen de agua embalsada actualmente apenas alcanza un 37%.

Esta iniciativa complementa al informe que la misma ONG presentó la semana pasada, 'La sequía, algo más que falta de lluvia', en el que analizaba el problema de la sequía de una forma global. Frente a los problemas de gestión del agua, estas son las demandas que han presentado públicamente:

  • Cambiar la política hidráulica tradicional centrada en la ejecución de grandes obras.
  • Luchar contra el grave estado de contaminación que sufren nuestras aguas continentales (superficiales, subterráneas y costeras).
  • Implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos.
  • Poner freno a la edificación y a la construcción de instalaciones muy demandantes de agua (campos de golf, parques temáticos…).
  • Controlar los volúmenes de agua realmente utilizados y erradicar los usos irregulares de agua, empezando por los pozos ilegales.
  • Establecer una hoja de ruta de cara a incrementar la superficie dedicada a la agricultura ecológica y el uso de variedades locales adaptadas al clima.
  • Reconversión del regadío intensivo y superintensivo a explotaciones sostenibles, diversificadas y de bajo consumo de agua.
  • Prohibir los nuevos proyectos de ganadería industrial y apoyar la producción extensiva, local, de calidad y ecológica.