La Tierra y el Sol están viviendo el afelio, pero ¿qué es esto exactamente?

Marcos Fernández* 03/07/2017 14:12

En el Sistema Solar, las órbitas que definen los planetas en torno al astro son diferentes. Algunos planetas se desplazan de forma circular y otros no. Este es el caso de la Tierra, que parece estirarse hacia afuera en un extremo definiendo una elipse. En ese movimiento constante, cada año encontramos dos puntos de máximo alejamiento y cercanía respecto del Sol. Es lo que llamamos afelio y perihelio.

Hoy, 3 de julio, la Tierra se encontrará en el punto de la elipse más alejado del Sol. En concreto, nos separarán de nuestra estrella 1,017 unidades astronómicas. Esto equivale a nada menos que 152 millones de kilómetros.

Sin embargo, cuando la aproximación es máxima decimos que nos encontramos en el perihelio. Esta distancia es entonces de 147 millones de kilómetros, cinco millones menos que en el afelio, y ocurre en el mes de enero, pocos días después del solsticio de invierno.

¿Por qué sucede en verano, cuando el Sol es más potente en La Tierra?

En este caso, sucede lo contrario. Apenas una semana después de haber entrado en el verano nos encontramos en el punto más alejado del sol. Puede parecer incongruente en el hemisferio norte si, a bote pronto, pensamos que uno de los días más cálidos del año nos hallamos tan lejos del Sol.

Esto es así porque son conceptos diferentes: que estemos en el afelio o en el perihelio no define, en cualquier caso, la estación del año. Durante los meses del verano en el hemisferio norte, las temperaturas son más altas porque los días son más largos, por tanto, tenemos un mayor número de horas de irradiación solar y el astro rey permanece en lo más alto durante más tiempo. La incidencia de los rayos solares es mayor que en invierno donde por la posición del hemisferio norte respecto al Sol, este apenas nos alcanza unas horas al día.

En otras palabras, las diferentes estaciones del año no son producto del desplazamiento o de la órbita que la Tierra dibuja alrededor del Sol sino de la inclinación del eje del planeta. Aquí está la clave de los veranos y los inviernos en ambos hemisferios.

Por el contrario, el afelio y el perihelio solo definen esos dos extremos de la trayectoria que se repiten anualmente alrededor del Sol donde, además, existe otra diferencia entre uno y otro: la Tierra gira a una velocidad media de 29,8 km/s, salvo en el afelio donde se ralentiza ligeramente y pasa a una velocidad de 28,76 km/s.

Además, no solo los planetas giran alrededor del Sol. Entre ellos, por ejemplo, Plutón, tiene una órbita muy estirada, de modo que la diferencia entre afelio y perihelio en su caso es mayor. Si pudiéramos observar ese desplazamiento no se parecería en nada a un círculo ovalado. Y junto a los planetas, cometas y asteroides giran en torno al Sol.

El caso de estos objetos, también dibujan órbitas elípticas y tiene un afelio y perihelio. Pero, cuando no es el sol en torno al que gira un objeto, por ejemplo, la Luna respecto de la Tierra, hablamos de otros dos fenómenos: perigeo y apogeo. Ambos, respectivamente, señalan el punto más próximo o cercano y el más alejado de nuestro planeta.