Hasta ahora, las intensas rachas de viento, las falta de precipitaciones y las altas temperaturas han sido claves para que el incendio se propagara y haya devastado ya hasta 2.000 hectáreas. Las llamas han superado los 25 metros de altura, pero tenemos buenas noticias de cara a esta jornada de jueves.
Según la AEMET, el tiempo en las próximas horas va a ayudar a las labores de extinción. Las temperaturas van a bajar entre 6 y 10 grados, y las máximas van a ser de 17ºC. Durante esta madrugada, la nubosidad se ha ido acumulando en la zona y ya han caído las primera precipitaciones, que están ayudando a sofocar las llamas.
El viento ha cambiado, ahora ya es de componente norte puro y las rachas no van a superar los 43 kilómetros por hora. La corriente que genera va hacia el sur, por lo que no favorece a su propagación. Además, la humedad es muy alta (90%), entonces no hay un ambiente seco, el fuego se puede debilitarse y le puede costar avanzar.
Para el viernes las previsiones son parecidas. Las temperaturas máximas van a ser de 17 grados, la humedad va a ser más baja (78%), pero la nubosidad sigue acumulándose y las precipitaciones van a ser más intensas y persistentes. El tiempo va a ayudar a los servicios de extinción, y esperemos que se acabe pronto con el que, para algunos, ya se considera el peor incendio del año.