La encuesta que analizó de más de 1.000 empresas estadounidenses y de Reino Unido encontró que al 81 % de los empleados le imponen un reglamento interno en relación con el uso de Internet.
Al 50 % de ellos no le permitían acceder a las redes sociales, para el 39 % está prohibido visitar Facebook, mientras que el 30 % tiene bloqueado Twitter y al 27 % le era imposible compartir vídeos en la plataforma YouTube.
Algunas compañías permiten navegar por los sitios antes mencionados, en momentos específicos, como el almuerzo o después de las horas de trabajo (un 21 %). El 16 % solo se lo permite a algunos departamentos, como los de marketing por ejemplo, por la relación que puede tener con su trabajo.
Estas iniciativas se han establecidos porque muchos jefes no quiere que sus trabajadores vean las fotos de la fiesta, o las de las vacaciones de sus amigos en horario de trabajo.
Sin embargo, la empresa que ha realizado el sondeo aseguró que uno de cada seis entrevistados reconoció que las redes sociales eran el origen de muchos virus, que infectaban las redes de las compañías.