¿Es verdad que 'Proxima b' es habitable? Los expertos nos explican si la noticia es humo

Andrea Arnal (@AndreaArnal) 25/08/2016 18:09

Comencemos por los datos que sí se saben de 'Proxima b', gracias al estudio que se ha pubicado en la revista 'Nature', liderado por Guillem Anglada, investigador español del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC): su masa equivale a 1,3 veces la terrestre. Tarda 11,2 días en dar una vuelta a su estrella, Proxima Centauri. Está a siete millones de kilómetros de ella, una distancia muy pequeña comparada con la que hay entre la Tierra y el Sol (95% menos).

*Fuente: ESO/M. Kornmesser.

PUNTOS A FAVOR DE QUE SEA HABITABLE

  • Todo indica que tiene agua

La temperatura superficial estimada permitiría la presencia de agua líquida, gracias precisamente a la distancia que mantiene con su estrella. En este sentido, la presencia de agua ya alberga potencialmente la posibilidad de presencia de vida. "Si la composición de ese planeta no es muy diferente del nuestro, habrá también otros elementos básicos para formar la vida, como carbono, nitrógeno, hidrógeno…", explica a 'El tiempo hoy' el astrofísico y divulgador Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.

  • Está dentro de la zona portencialmente habitable

Que se encuentre a una pequeña distancia de su estrella es bueno (al menos en parte). "Aunque Proxima b orbita mucho más cerca de su estrella que Mercurio de la nuestra, Proxima Centauri también es mucho más débil que el Sol", asegura Armentia.

  • 'Podría' tener atmósfera

Según ha indicado Cristina López, investigadora del IAA y coautora del trabajo en SINC, "para ver si tiene atmósfera, un primer paso es comprobar que el planeta transite o eclipse su estrella. Miramos si su órbita está alineada con nuestra línea de visión, de forma que podamos verlo pasar por delante de la estrella y ocultar su luz". Solo así, indica, se podrá observar si esta tiene agua y, por tanto, vida probable.

  • Todo indica que es rocoso

Aún no se tienen datos sobre qué tipo de planeta es, pero su tamaño indica que es rocoso y no gaseoso. "Con un tamaño 1,3 veces superior al de la Tierra, cabe pensar que podría ser rocoso como el nuestro, pese a que aún tampoco sabemos si tiene atmósfera. Otros planetas rocosos, como Venus y Marte, también la tienen, por lo que no es descabellado pensar que este tuviera su propia envoltura gaseosa".

*Fuente: ESO/M. Kornmesser.

PUNTOS EN CONTRA

  • Habitable quizá... pero no en todos los puntos

Como nos pasa a nosotros con la luna, Proxima b solo ve una cara de Próxima Centauri. Es decir, el planeta ofrecería siempre la misma cara a su estrella, lo que complicaría la habitabilidad del mismo. Según Armentia, "al estar el lado diurno muy caliente y el nocturno tan frío que, de haber atmósfera, esta podría llegar a congelarse literalmente". En este sentido, lo más probable es que la zona habitable "sería precisamente lo que se conoce como 'el terminador', la frontera del planeta entre la noche y el día".

  • No se sabe qué temperatura tiene

Esto se relaciona con el punto anterior. Todo parece indicar en que existen temperaturas extremas, imposibles para la vida, en diferentes zonas de su superficie.

  • Próxima Centauri tiene luz roja y da lugar a tormentas solares y erupciones de rayos X

Al ser una estrella enana roja, la luz roja que emite genera mucho más calor que la nuestra amarilla del Sol, con lo cual todos los factores (temperatura, radiación, etc) serán más agresivos. "Si estuviéramos en el planeta veríamos el sol rojo y emitiría mucho calor", explica el astrofísico, quien añade que "se sabe que estas estrellas tienen mucha más actividad y que podría influir mucho en el planeta, dando lugar a tormentas solares y erupciones de rayos X". Es lógico, pues aún se desconoce si Próxima b tiene un campo magnético como el de la Tierra, que le protege de las radiaciones. De lo contrario, las fuertes tormentas harían difícil la proliferación de algún tipo de vida.

  • Tardaríamos 75.000 años en llegar

Aunque Proxima Centauri es la estrella más cercana al Sol (4,2 años luz), cerca es un concepto relativo. Una nave tendría que recorrer 40 billones de kilómetros para llegar: si viaja a 60.000 kilómetros por hora, tardaría unos 75.000 años. Aun así, tampoco está todo perdido: "existe una posibilidad de explorar este nuevo mundo en este siglo, ya que hace unos meses el astrofísico británico Stephen Hawking presentó el proyecto Starshot, que planea desarrollar en los próximos 20 años un ejército de minúsculas naves espaciales (del tamaño de un chip) que viajarían al sistema estelar Alfa Centauri con los que prevén que necesitarán 20 años para desarrollar estas naves, que viajarían al 20% de la velocidad de la luz, por lo que tardarían unos 20 años en llegar a Alfa Centauri", puntualiza Armentia.