Pero no solo de huracanes se nutre el vídeo. Durante el mismo periodo, grandes incendios en el noroeste del Pacífico liberaron humo a la atmósfera. Los grandes patrones climáticos pueden transportar estas partículas a grandes distancias, que muy bien se aprecian en el 'timelapse': se puede ver cómo, a principios de septiembre, una línea de humo que va desde Oregón y Washington, bajando por las Grandes Llanuras, atravesando el sur y atravesando el Atlántico hasta Inglaterra.
Por su parte, el polvo del Sahara también se ve atrapado en los sistemas de tormentas y se traslada de África a las Américas. A diferencia de la sal marina, sin embargo, el polvo se elimina del centro de las tormentas.
Las partículas de polvo son absorbidas por las gotas de las nubes y luego se lavan cuando llueve. Los avances en la velocidad de la computación permiten a los científicos incluir más detalles de estos procesos físicos en sus simulaciones de cómo los aerosoles interactúan con los sistemas de tormentas.