En esta nueva máquina, que se espera comercializar en dos años, el tambor emitiría ultrasonidos y no calor, mientras la ropa gira constantemente. Estas vibraciones tranformarían las moléculas de agua de la ropa mojada en una especie de niebla, que sería aspirada por la propia máquina. El resultado, ropa completamente seca en la mitad de tiempo que con los electrodomésticos actuales.
Tanto ha gustado la propuesta del equipo, del Oak Ridge National Lab, que, tal y como ha informado el diario 'businessinsider', el gobierno de Estados Unidos ha invertido unos 880.000 dólares en el proyecto para acelerar los estudios. Y es normal: en ese país se gastan al menos 9.000 millones de dólares en energía al año por culpa de las secadoras. Teniendo en cuenta que el calor, el elemento que más consume, se elimina, se gastaría un 70% menos de energía.