Alice Cooper, un muerto muy vivo, aterroriza al público madrileño

AGENCIA EFE 25/11/2010 06:39

Con un argumento tan original como espeluznante se presentó Alice Cooper en el Palacio Vista Alegre de Madrid, un recinto que abrió sus puertas a los miles de seguidores del legendario músico, quienes completaron el aforo de la pista mientras que las gradas del recinto permanecían cerradas.

Vincent Damon Furnier, nombre real del incombustible artista estadounidense, se presentó pasadas las nueve de la noche sobre el escenario del auditorio madrileño, que minutos antes había recibido la visita de los teloneros, The Black Rose Road, un grupo de Mataró (Barcelona) que acaba de lanzar su álbum de debut "Feed the circle".

El sonido de una bocina asociada al clásico tema "School's Out" presagió la aparición inmediata de Alice Cooper, quien se presentó tras la caída del telón que ocultaba su puesta en escena.

Por fin comenzó el perverso juego que tenía preparado un director de orquesta capaz de hacer malabares con su batuta, un instrumento que lanzó al público y que fue sustituido por una muleta de huesos o una fusta.

Alice Cooper arrancó su actuación más o menos como lo hizo su carrera, gracias a dos auténticos himnos como "No More Mr. Nice Guy" y "I'm Eighteen", canciones pertenecientes a los álbumes "Billion Dolar Babies" (1973) y "Love it to death" (1971), respectivamente.

Con "Wicked Young Man" comenzó a brotar la creatividad y la capacidad interpretativa del músico, quien acababa de atravesar a uno de sus secuaces con una barra de hierro.

Y es que la tétrica puesta en escena es parte de la parodia rockera de Alice Cooper, quien tras mostrar "Ballad Of Dwight Fry" fue sometido a la guillotina.

La primera resurrección del cantante llegó justo después, cuando interpretó "Go to hell" para regocijo del público, que se dejó envenenar por "Poison", una de las canciones más célebres del repertorio del artista, a quien una enfermera inyectó una dosis letal con una enorme jeringuilla.

De nuevo con "Only Women Bleed" Alice Cooper fue torturado; en esta ocasión ahorcado, otro efecto especial bastante conseguido y que evidencia la dificultad técnica del espectáculo del músico.

Con "Vengeance is Mine" Alice Cooper presentó una de las canciones pertenecientes al disco "Along came a spider" (2008), donde el cantante aprovechó para lucir una chaqueta con patas de araña.

Mientras que con "Dirty Diamonds" lanzó collares de perlas al público, con "Billion Dollar Babies" repartió billetes entre la multitud, que disfrutaba de un espectáculo tan surrealista como divertido.

Alice Cooper afrontó la recta final del concierto con canciones con títulos tan explícitos como "Killer", "I Love The Dead" y "Feed My Frankenstein". Pero aún faltaba una nueva y aterradora experiencia para el artista, quien fue metido en una caja y agujereado como un colador.

"Under My Wheels", "Elected" y, de nuevo, "School's Out" cerraron la actuación del indestructible Alice Cooper, quien volvió una y otra vez de entre los muertos para concluir un espectacular "show" en Madrid.

El músico y su banda concluirán su gira europea el próximo 27 de noviembre en Santiago de Compostela.