El Puente de Jerusalén es la respuesta del arquitecto a la petición de la ciudad de crear una estructura llena no sólo de belleza sino también de significado, ya que "los puentes unen lugares que estaban separados", según el propio arquitecto. El puente servirá de "puerta de bienvenida" y "símbolo e impulso para la reconciliación", explica.
Aunque, de momento la construcción ha estada rodeada de polémica. Los israelíes ven en este diseño 'un arpa', el instrumento que tocaba el Rey David. Para los palestinos, sin embargo, la construcción supone una humillación: un tranvía atravesará el puente y se dirigirá a asentamientos judíos cruzando territorio palestino ocupado al que apenas prestará servicio.
Así mismo, la ceremonia ha sido el punto álgido de las celebraciones del 40 aniversario de lo que los israelíes consideran la "reunificación" de la ciudad y los palestinos y la mayoría de la comunidad internacional como la ocupación israelí de la parte este de Jerusalén.
Además de incluir dos plataformas tranviarias, la ligera estructura, al no tener apoyos, deja espacio libre para una plaza y un cruce peatonal que se sitúan justo debajo. El puente será el punto de entrada a la ciudad sagrada y la pieza clave del nuevo sistema público de transporte. También pretende ser el símbolo del impulso de la ciudad por la modernización urbana.
La inauguración ha estado presidida por el primer ministro, Ehud Olmert, y el alcalde de Jerusalén, Mayor Uri Lupolianski, que han acompañado a Calatrava en la apertura del puente. BQM