Bajo un cielo nublado y en un día con viento, el entierro se llevó a cabo en el cementerio de Los Ángeles. La familia, que deseaba un funeral íntimo y privado, se mantuvo lejos de reporteros y cámaras. Tan sólo su hermano Keith salió a saludar a algunos de los asistentes antes del servicio funerario y agradecerles la asistencia. El funeral ha durado más de dos horas y más de cuatrocientas personas acudieron a presentar sus respetos al actor. Algunos de los asistentes optaron por una vestimenta de western, con botas y sombreros de cowboy en recuerdo del actor que protagonizó una de las series más famosas de la televisión, Kung Fu. En ella, David Carradine interpretaba a Kwai Chang Caine, un monje saolín que viajaba por el oeste americano extendiendo sus enseñas pacifistas.
Entre los asistentes se encontraban Michael Madsen, Daryl Hannah y Lucy Liu, sus compañeros en la película de Quentin Tarantino, Kill Bill, que le devolvió a la fama mundial en los últimos años.
Mientras tanto, continúa la investigación en Tailandia, donde el actor de 72 años fue encontrado colgando de un armario. La policía tailandesa asegura que lo encontró en la habitación del hotel, dentro de un armario y con una cuerda al cuello y a los genitales, pero no confirman que se trata de un suicidio.