Onetti reflexionó sobre su tiempo en sus crónicas para la Agencia Efe

AGENCIA EFE 29/06/2009 14:16

Desde que Juan Carlos Onetti, de cuyo nacimiento se cumplen cien años el próximo miércoles, se instalara en Madrid en 1975, huyendo de la dictadura de Uruguay, donde estuvo en la cárcel por haber formado parte de un jurado de cuentos, comenzó a colaborar en diversos medios, pero sobre todo se empleó disciplinadamente en mandar un artículo al mes a Efe, entre 1979 y 1986.

Artículos de cuatro y cinco páginas que se difundieron por la red en lengua hispana que cubre Efe, en España y en América Latina, y que en la mayoría de los casos eran encabezados con un titular que decía: "Reflexiones sobre...".

En ellos, Onetti (Montevideo, 1909-Madrid, 1994) hablaba de los asuntos sociales más variados: sobre literatura y su adorado Faulkner, Borges, Oscar Wilde o Proust; sobre la ciencia, Newton, las dictaduras o Dios, hasta el agosto madrileño, el "top less", los premios literarios, la defensa de Roa Bastos, el "apartheid" en Sudáfrica, las masas y el anonimato o la cotización de las obras de arte, entre otros muchos temas que sometía a su lupa.

Y provoca una tierna sonrisa leer en estos artículos a un Onetti tan tímido, celoso de su intimidad y para el que sexo o las escenas eróticas no tienen acogida explícita en sus libros, y que reflexiona aquí con humor sobre la llegada del "top less" en 1984 y la polémica que generó en una playa gallega.

Bajo el título "Divagaciones de agosto", Onetti escribe: "En España vivo y escribo, tarea para mí enlazada al hecho de vivir... Yo no soy estadista ni lo quiero ser. Pero estoy obligado a confesar que en el caso del nudismo, del sí o no opino todo lo contrario..."

"Pero debo interrumpirme -continúa- porque en este momento un concejal, en costas de Galicia, obtuvo que fuera aprobada una resolución, ignoro si de ley o no, que pretende dar solución pacífica al grave problema. Se trata del top-less, o sea nada arriba, libertad, aire y sol para los senos. No creo que las estacas sosieguen su ritmo. Pero quiero predecir inevitables males remotos..."

Pero el premio Cervantes, autor de "El pozo", "Tierra de nadie" o "Juntacadáveres" tenía muy clara la diferencia entre estos mundos de la escritura, a los que no dejaba que se contaminaran mutuamente: el de novelista y cuentista, por el que es considerado uno de los grandes escritores de todos los tiempos y "primer novelista moderno de nuestra lengua", según Mario Vargas Llosa, y el del trabajo periodístico.

Con sus artículos, el escritor se ganó la vida en Madrid, donde en los últimos años vivió acostado en la cama de su apartamento de la Avenida de América, desde donde contemplaba el mundo, escribía, leía sus novelas policiacas y bebía su whisky.

"Para Onetti, el trabajo periodístico era el más soportable que conocía", explica a Efe Hortensia Campanella, editora de las Obras Completas del autor uruguayo. "Siempre tuvo muy clara la diferencia entre el del escritor y el periodista; su forma de trabajo, su estilo, todo", añade.

Muchos de estos artículos se incluyen ahora en el tercer volumen de sus Obras Completas, "Cuentos artículos y misceláneas", que se presentarán en Madrid el próximo miércoles con la intervención de la viuda del escritor, Dorothy Mur.

Los tres volúmenes de estas Obras Completas han sido publicados por Gutenberg-Círculo de Lectores, bajo la coordinación de Ignacio Echevarría y la edición de Hortensia Campanella, amiga durante décadas del escritor y actual directora del Centro Cultural de España en Montevideo.