Petros Márkaris cree que "el destino no lo deben decidir unos contables de la política"

AGENCIA EFE 18/07/2010 08:55

En una entrevista con Efe en El Escorial (a las afueras de Madrid), dónde llega directo de Gijón (norte de España) después de participar en el festival intercultural Semana Negra, el escritor no oculta su malestar por la situación a la que nos han llevado los gestores mundiales y por las soluciones que están ofreciendo, exclusivamente de carácter financiero, dice.

Antes de participar en un curso universitario sobre novela negra, Márkaris reconoce que si vivir en Grecia a día de hoy "es un infierno" para cualquiera por la crisis que atraviesa su país, para un escritor del género negro "es un auténtico paraíso".

Petros Márkaris (Estambul, 1937), de padre armenio y madre griega, es conocido popularmente por sus novelas de género negro protagonizadas por el teniente JarJitos, un desilusionado policía de Atenas que le sirve al autor para hacer una crítica de la sociedad actual y que, según ha dicho en El Escorial, tiene mucho de su propia personalidad.

Tanto utiliza Márkaris a su personaje de ficción para retratar la sociedad que, en su próxima novela, Jaritos deberá indagar sobre un desconocido que se dedica a matar banqueros.

"Se trata de una novela con un trasfondo importante de la crisis política por la que pasa Grecia en este momento", asegura el escritor, quien se define como "un hombre de izquierdas" y se ríe abiertamente cuando se le pregunta si la trama tiene un sentido metafórico.

Para el escritor griego, la novela negra "es la más comprometida de nuestro tiempo, la más persistente al tratar los problemas de la sociedad actual", y la que le está permitiendo -dice- "coger distancia de las cosas mientras ocurren y narrar la crisis cuando está sucediendo".

Márkaris pertenece a una generación de intelectuales que entiende que tienen, no sólo el deber, sino también la obligación, de debatir sobre las cosas que ocurren a su alrededor y no quedarse al margen, motivo por el cual asegura que para él la actual situación es su principal objetivo.

"Desde la industria del cine, el teatro o la literatura no podemos resolver los problemas, pero sí está en nuestra mano reflejarlos y ayudar a la gente a entenderlos mejor", subraya.

Aunque los escritores griegos se incorporaron tarde a la novela negra, según Márkaris por carácter ellos asumen que llegan tarde, "pero saben que luego tienen la cualidad de reaccionar rápido", de ahí -añade- la broma recurrente en su país en la que se compara a los griegos con los elefantes, "animales muy lentos pero que, cuando se ponen a correr, es imposible pillarles".

En su opinión, la quiebra inicial en Europa fue política, y de ahí se pasó a la crisis financiera mundial, a la que -asegura- los políticos europeos no han sabido hacer frente y han demostrado "que no se puede confiar en ellos".

"Los políticos sólo quieren centrarse en los problemas financieros y rehúsan a ver los problemas políticos de fondo", subraya, para considerar que esta dirección "sólo puede empeorar la crisis".

De momento, el autor, que descubrió su vocación de forma tardía -después de especializarse en traducción de autores como Bertolt Brecht o Thomas Bernhard y de colaborar habitualmente con el director de cine Theo Angelopoulos- piensa en seguir utilizando a su fiel amigo Jaritos durante las siguientes cuatro novelas, "y lo que ocurra después ya se verá".

En lo que concierne a Grecia, considera que quizás hasta 2012 "no empecemos a ver la luz" al final del túnel, aunque se muestra pesimista al considerar que "se está exprimiendo mucho a la gente sin darle una perspectiva de futuro".